El sistema educativo vasco está compuesto por dos subsistemas, público y privado, que reparten casi por mitades el alumnado en las etapas no universitarias. Este equilibrio de carácter cuantitativo, casi único en la Unión Europea, no se sostiene tanto si la mirada se pone en la distribución de la respuesta a la diversidad y en el componente socioeconómico que predomina en una y otra red, al menos examinadas globalmente.