La economía feminista nos plantea la imperativa necesidad de poner la vida y los cuidados en el centro y frenar el actual sistema económico que destruye la vida y el planeta.
Las mujeres han participado desde siempre en el desarrollo del cine, pero, durante años, se ha invisibilizado su aportación. Hoy, cada vez más conscientes de la importancia del relato audiovisual en la creación de imaginarios, mapas afectivos y explicativos del mundo, reivindicamos nuestro derecho a ser sujetos de la palabra y de la mirada.