Desde la ONG Accem lanzamos en esta primavera de 2018 el concurso de relatos cortos “Historias de mujeres que viven solas”, una iniciativa con la que buscamos que las personas mayores, y especialmente las mujeres, nos hablen, nos cuenten su soledad. Los trabajos presentados servirán de base para la realización de una campaña estatal de sensibilización sobre una realidad a la que es necesario prestar atención.
Según datos de 2017 del Instituto Nacional de Estadística (INE) las personas mayores de 65 años representan el 19% de la población en España. Entre ellas, 1,9 millones de personas viven solas. Esta realidad afecta muy especialmente a las mujeres, que constituyen el 73% de las personas mayores que viven solas.
Vivir solo/a no significa sentirse solo/a, pero hasta un 59% de las personas mayores que viven solas expresan tener sentimientos de soledad y aislamiento, según datos del IMSERSO-CIS. Hablamos de la soledad como un problema, cuando no es escogida y a la falta de compañía se le suma el sentimiento subjetivo de no tener a nadie, de tristeza, de vacío. Se estima que 800.000 mujeres mayores pueden encontrarse en España en esta situación.
La soledad provoca intenso sufrimiento, puede desencadenar procesos de exclusión social y se agudiza con el tiempo, llevando a situaciones de aislamiento. La soledad, la ausencia de lazos familiares y relaciones interpersonales, origina en quien la sufre daños físicos y psíquicos muy difíciles de remediar en solitario. La soledad desencadena respuestas en el cuerpo que hacen enfermar a las personas. La soledad no buscada es un problema de salud pública, como el tabaquismo o la obesidad, que requiere la toma de conciencia tanto de las instituciones públicas como de la sociedad civil.