El voluntariado de acompañamiento es un elemento básico para mejorar la calidad de vida del enfermo crónico porque puede llegar a cubrir sus necesidades de amistad, solidaridad y comprensión que le son tan básicas como el propio alimento, en particular si no existe un núcleo familiar o éste es muy reducido.  Vivimos en un mundo donde todos somos necesarios.

La presencia de un enfermo crónico en el hogar provoca muchos cambios en las familias tanto para atenderle como para tratar de cubrir sus múltiples necesidades físicas y emocionales.