Diversas redes de acogida, asociaciones vecinales y colectivos feministas, antirracistas y antifascistas han manifestado la necesidad de abordar los problemas de convivencia en los barrios desde una perspectiva solidaria e integradora. Ante el auge de discursos discriminatorios y el aumento de la criminalización de personas en situación vulnerable, estos colectivos defienden la implicación vecinal como herramienta clave para construir comunidades más cohesionadas.
Según denuncian, el modelo actual prioriza la intervención policial sin
atender las causas estructurales de los conflictos. En respuesta,
proponen un enfoque basado en la conexión social y el apoyo mutuo,
alejándose de falsas dicotomías y promoviendo soluciones desde la propia
comunidad. Su objetivo es transformar la coexistencia tensa en una
convivencia real, fomentando la participación y el compromiso ciudadano
en la resolución de los desafíos que afectan a los barrios de Gasteiz.