La Ertzaintza ha desalojado en el último dia 11 de junio el Gaztetxe de Judimendi ubicado en Vitoria, por orden del Juzgado de Instrucción número 2 de la capital alavesa, según ha informado el Departamento vasco del Interior.

El desalojo comenzó al rederor de las 8hs con la aparición  de los efectivos con material antidisturbios, momento en el que procedieron a la entrada en la casa, identificando a las 4 personas que se encontraban dentro, tras la identificación permitieron la salida de 3 de ellos, dejando dentro de la casa al único menor de edad de los 4 imputados.

A las 9 y 15 se realizó una concentración de unas 50 personas a  las que la policía  usando la fuerza ,obligó retrazarse a unos 80 metros de la entrada de la casa.

Aproximadamente a las 10 y media, se procedió a la detención del menor retenido dentro de la casa, acusándole  de intento de agresión a un agente(supuestamente). Durante el traslado del detenido desde la casa al coche patrulla, la concentración siguió al detenido con gritos de apoyo al detenido, tras lo cual, se produjo la segunda carga policial, en la que, apesar de usar la violencia, no se identificó a nadie más, también se produjeron amagos de carga contra los concentrados.

Mientras todo esto ocurría, operarios del ayuntamiento, se encargaban de tapiar la casa. Cuando estos terminaron, a policía abandonó el lugar.

Cabe destacar que aunque el Ministerio del Interior informara de que los agentes se vieron obligados a realizar un disparo intimidatorio, no fue cierto. Asi como, si es cierto que los agentes imcrepaban violentamente a los vecinos que mostraban su apoyo a al gazte asamblada responsable de la ocupación y al detenido. durante el traslado del detenido, una vecina grito desde la ventana:"no ves que sólo es un chaval, no le trates asi!", a lo que el agente respondió con insultos.

El detenido tras su liberación, acusado de intento de agresión a un agente, se le preguntó por el trato recibido, él joven informó : que dentro de la casa el agente encargado de vigilarle le daba un golpe cada vez que dejaba de mirar a la pared, ademas de separarle mas los pies de la pared y también  las manos una de otra, lo cual implicaba que cada vez le era  más difiícil mantener el peso del cuerpo. También informó que recibió un trato violento en el cuartel, llegando incluso en una ocasión a amenazarle diciendo:"ya te estamos preparando la bañera".