Durante años la educación nos ha permitido avanzar en un sentido, nos ha hecho más productivos, más competitivos, y ha direccionado
nuestros valores. Tenemos una sociedad que ha evolucionado técnicamente, pero no ha evolucionado, todo lo contrario, humanamente,
sentimentalmente.
Queremos potenciar el consumo responsable. Un pequeño gesto en medio de esta crisis que nos hace pensar sobre el tema del reciclaje y el trueque como una red de intercambio simbólico donde el valor del dinero es también simbólico. Con ello demostramos que la colaboración entre las personas puede funcionar y que es posible encontrar alternativas al actual sistema.