Un grupo de baserritarras visita los pioneros grupos de consumo de la provincia para copiar el sistema.
vitoria. El agro tiene una gran capacidad de resistencia. Hace años que está en crisis y como la mayoría de las voces del sector indican se niega a morir por convicción y por trabajo. Quizás por ello todavía hay locos que deciden dedicarse a ello, aunque cada vez sea más complicado poner en marcha una explotación y vivir de ella.
Aun así, todavía hay algunos que lo logran y buscan fórmulas para que perviva. Por esto, un grupo de la asociación de jóvenes baserritarras vascos Akuilu ha visitado Álava este fin de semana con el objeto de aprender de los grupos de consumo existentes en la provincia. Y es que Llodio y Orduña hace ya tiempo que cuentan con este tipo de experiencias.
El recurso consiste en una relación comercial directa entre el agricultor y el consumidor. De esta forma, los visitantes pudieron comprobar el sistema empleado en el que cinco o seis caseríos preparan cestas de la compra semanal para 30 consumidores todos los meses. En ella, lo suficiente para que dos personas se alimenten con una dieta sana, equilibrada y directamente de la huerta. El precio de estos cuatro carros mensuales en el que se incluyen hortalizas, leche, huevos, carne, aceite y legumbres, además de productos de temporada, es de 200 euros. De estos productos únicamente el aceite, que se obtiene de un acuerdo con agricultores andaluces, el arroz y la legumbre llegan de fuera de las explotaciones de la zona.
"La idea es que los grupos tienen que ser muy próximos. Por lo que nos han comentado se ve que hay demanda e incluso aquí venía gente desde Portugalete para comprar", explica Josu Gil, portavoz de la asociación. La ventaja para los consumidores es que están seguros de que los productos que consumen son frescos y producidos de forma responsable. Por su parte, los agricultores tienen la tranquilidad de tener un sueldo asegurado cada mes ya que los clientes se comprometen a pagar la cesta incluso si hay algún imprevisto, como la granizada del pasado miércoles que dañó ciertos alimentos, que impide a los baserritarras completar la cesta habitual.
otros temas Los visitantes que acudieron el fin de semana a Llodio y Orduña confían en poder trasladar este modelo a otras zonas ya que esto permitiría eliminar los intermediarios que se quedan gran parte del dinero en sus arcas. "Es un sistema en contra de la globalización del mercado", explica Josu.
Tras la visita a varios de los caseríos que participan en estos grupos de consumo, también realizaron una asamblea en la que se trató este tema, así como la necesidad de crear una especie de cooperativa para comprar tierras que permita dar ayuda a los jóvenes que quieran entrar en el sector y la organización de una marcha para otoño.
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http://www.noticiasdealava.com/ediciones/2009/07/06/sociedad/alava/d06ala8.1287925.php