Os dejamos un interesante artículo elaborado por el Observatorio del Tercer Sector de Bizkaia:

"Hoy en día es habitual que la mayoría de las organizaciones de intervención social, públicas o privadas, hayan desarrollado experiencias (que oscilan entre tímidas tentativas hasta largos y costosos procesos de trabajo) de aplicación de la denominada metodología de la “gestión por procesos”

Y es que los diferentes sistemas de gestión de la calidad (EFQM, gama de normas ISO, modelo Premie, norma ONG con calidad, etc.) otorgan a los procesos la consideración de eje vertebrador sobre el que pivotar la estrategia de la organización para que efectivamente se obtengan los resultados esperados. Las administraciones públicas, además, están realizando en los últimos años importantes esfuerzos por homogeneizar los procedimientos de atención en la prestación de servicios de responsabilidad pública en el marco del Sistema Vasco de Servicios Sociales.
Pero no es objeto de esta reflexión describir el por qué y la metodología de puesta en marcha de un sistema de gestión por procesos (ya recogido, en parte, en la publicación del OTS de noviembre de 2007 “Gestión de la calidad en las organizaciones no lucrativas de intervención social”), sino reflexionar en relación a  algunos de los tropiezos y, aunque nos cueste reconocerlo, auténticas malas prácticas, en la aplicación de esta herramienta de gestión."

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