Ayer, sábado 4 de mayo, se llevó a cabo la manifestación antirrepresiva en la que se denunciaban tanto las violentas actuaciones policiales y la utilización de balas de goma, así como la persecución de las personas migradas que sobreviven con el top manta o la recogida de chatarra; así como los malos tratos y las torturas en las dependencias policiales o carcelarias. La manifestación partía de la propuesta promovida por la campaña de denuncia contra 9 carceleros que, en el 2004 en Quatre Camins, tras un motín, arremetieron violentamente con toda práctica de maltrato y tortura contra un grupo de personas presas a las que identificaron con responsables del motín.
El día anterior se había presentado públicamente el informe del comité europeo para la prevención de la tortura, en el que se detallaban los diferentes casos de tortura que habían observado en unas breves visitas a los centros penitenciarios.
Las jornadas de denuncia tuvieron su inicio el día 28 de abril con una marcha a Quatre Camins y continuó el día 2 de mayo en la facultad de historia de la universidad de Barcelona en el Raval, con un acto unitario contra la tortura, los malos tratos y la impunidad. En el aula magna se desarrollaron tres mesas en las que participaron diferentes personas de asociaciones y testimonios represivos. El acto lo abrió Ramón Piqué, torturado en el 92 con la operación Garzón en Catalunya, con la lectura del manifiesto suscrito por más de cien entidades. En la primera mesa Ángeles Domingo introdujo los diferentes casos de tortura que fueron expuestos por Jorge del Cura de la asociación contra la tortura, Iñaki Ribera, del observatorio penal y de derechos humanos de la facultad de derecho de Barcelona, y José Solís, persona torturada en el motín de Quatre Camins del 2004, que salió absuelta de las acusaciones y ahora felizmente en libertad y sosteniendo la denuncia por torturas.
En la segunda mesa participaron Carles Guillot de la asociación stop balas de goma y Esther Quintana de ojo con tu ojo, y ambas con pérdida de globo ocular a causa de las bolas de goma disparadas por los mossos. También intervino Bernat de rereguarda, Ada Colau de la plataforma afectadxs por la hipoteca y Jaume Asens, abogado y representante del departamento de derechos humanos del colegio de abogados.
La tercera mesa intervino Cristina Fernández, representante de tanquem els CIE's, e Ibrahima Seydi del grupo de personas migradas que se dedican a recoger chatarra en la nave del poblenou, que pidió un momento de silencio para recordar a Idrissa Diallo, muerto en el CIE de Zona Franca. Disculpó su asistencia Clarisa Veloci que tenía que intervenir para explicar la situación de acoso policial de las trabajadoras sexuales. En esta misma mesa se pasó un vídeo sobre las torturas sexuales de Atenco (México), que justamente el 4 de Mayo de hace 7 años, sufrieron abusos y violaciones sexuales a cargo de funcionarios policiales del gobierno Méxicano en la represión que llevó a cabo contra en San Salvador de Atenco y Texcoco. Mariana Selvas y Norma Jiménez explicaron en primera persona y a través de un vídeo, los hechos. Andrés García, abogado del observatorio penal de derechos humanos, cerró el acto que fue amenizado entre cambio y cambio de mesa, con lecturas de poemas y sentidas interpretaciones de canciones.
Con este potente preámbulo partió la manifestación del sábado, con muchas ganas, fuerza e ilusión y con la pancarta de cabecera que se abría paso portada por personas que habían sido objeto de tortura, violencia o persecución y con el lema "contra la tortura, las violencias institucionales y la impunidad". Antes de partir se colgaron varias pancartas contra los carceleros torturadores y sus sindicatos defensores. El suelo enfrente del sindicato de la UGT, organización en la que se encuentran parte de los carceleros acusados de torturas, se pintó aludiendo al sindicato y su relación con la tortura y la igualdad entre cárcel y tortura. En el momento de partida, algunos proyectiles de pintura colisionaron contra una parte de la fachada de la organización sindical. Por todo el recorrido se fueron coreando diferentes lemas y se hicieron varios altos en el camino, como el que se realizó al paso frente del centro social okupado La Carbonería, desde la que se desplegó una enorme pancarta que denunciaba a los sindicatos torturadores, al tiempo que se pintaba la calzada llamando a la solidaridad con lxs presxs en lucha. Tras algunas intervenciones por megáfono y la lectura de un comunicado, se continuó la marcha realizando diferentes pintadas a lo largo de todo el recorrido. En el cruce con Gran Vía se realizó una nueva parada, para decorar de la calzada con más pintadas. Todo el recorrido fue seguido por un importante número de furgonetas policiales de los antidisturbios de los mossos que llamaban poderosamente la atención, con sus luces encendidas. Por el camino algunos perfectos "ciudadanos" se ofendieron porque se pintaban las paredes, sin embargo no parecía preocuparles demasiado que en las prisiones se torturase.
Entre cantos, lemas y petardos, se llegó hasta la prisión modelo, cuyas entradas principales se encontraban protegidas por los vehículos del dispositivo policial y sus antidisturbios. Se dio una vuelta al perímetro de la prisión, realizando pintadas como "presxs en lucha" o "carcelero torturador".
Días antes, justo después de la marcha que el 28 de abril se realizó a la prisión de Quatre Camins, los carceleros de UGT enviaron un escrito a la dirección general de las prisiones, reclamando cortar de raíz las acciones de las personas que denuncian las torturas, alegando un "perfil violento".
Tras la vuelta a la prisión modelo, se formó una línea de pancartas frente a un grupo de antidisturbios, y se fue acercando a ellos de manera que, con un extintor, lanzaron líquido rojo a la fachada de la prisión que custodiaban los mossos de esquadra. Una vez vaciado en extintor, se encendió una bengala que se acabó lanzando hacia donde se encontraba la policía, dando por concluida la manifestación y convocando a la concentración frente al palacio de la audiencia provincial, el día del inicio del juicio contra los torturadores. Se hizo un llamamiento a la retirada conjunta para evitar las detenciones por sorpresa y el grupo de manifestantes se dirigieron todxs por la misma calle, caminando hacia los transportes públicos. Por las calles paralelas se podían distinguir como los policías secretas se desplegaban y seguían desde la distancia la retirada de lxs manifestantes. En ese momento comenzó a llover y desaparecimos en silencio con el agua que caía, en lo que comenzó con un soleado día.
El lunes, la audiencia provincial nos espera, la dignidad de las personas que luchan, nos convoca. Y aunque nadie espera nada de sus leyes y su justicia, allí estaremos de nuevo.
"El abismo no nos detiene,
el agua es más bella despeñándose."
Ricardo Flores Magón
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