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Un primer paso... aunque no suficiente

La asociación Atece cree que la implantación de una unidad de ictus en Txagorritxu mejoraría la calidad de vida de los afectados, aunque insiste en el carácter integral y continuado de los cuidados que requieren posteriormente.

el daño cerebral adquirido puede estar causado por un amplio espectro de patologías, entre las que sobresalen los traumatismos craneoencefálicos y los ictus. Las que no cambian son las consecuencias derivadas de su aparición, secuelas que pueden marcar de por vida -si el paciente logra sobrevivir- y que exigen una atención integral y multidisciplinar que toca tanto al campo social como al sanitario. La Asociación de Afectados por Daño Cerebral Adquirido (Atece) de Álava viene reivindicando insistentemente la necesidad de contar en Vitoria con un centro de día que cubra todas las atenciones requeridas por los pacientes, que incluyen la fisioterapia, la logopedia o la terapia ocupacional, labores que actualmente el colectivo realiza en sus locales de la capital alavesa. Terapias individualizadas para focalizar los cuidados en función de las necesidades de los afectados.

Berta Lalaguna, psicóloga clínica y neuropsicóloga de Atece, certifica que los recursos económicos del colectivo, y más ahora en crisis, "son escasos", por lo que prestar estos servicios se hace "deficitario". No queda más remedio que ofrecerlos, porque una vez que Osakidetza cumple su papel salvando al paciente de su episodio agudo y estabilizándolo, los pacientes se enfrentan a un vacío asistencial que, si no es cubierto, les hace "retroceder". Aquí entra una serie de cuidados, ubicados en una suerte de limbo, que no cubren ni Osakidetza ni los recursos forales.

Lalaguna recuerda que "ese espacio sociosanitario debe convertirse en algo concreto, con recursos específicos, que den respuestas a los pacientes". Por ello, aunque la puesta en marcha de la unidad de ictus en el Hospital Txagorritxu "sería un primer gran paso", ni de lejos podría considerarse suficiente. "Debe haber después un seguimiento a largo plazo, un control por equipos multidisciplinares, porque los pacientes se encuentran en tierra de nadie y necesitan cuidados integrales y continuados".

Para empezar, los pacientes afectados por cualquier tipo de daño cerebral requieren de una rehabilitación a nivel cognitivo y logopédico "desde un primer momento", tras acaecer el episodio agudo. Ahora, Osakidetza sólo ofrece una rehabilitación meramente física "durante tiempos muy breves" y otra logopédica, si el neurocirujano lo cree oportuno, durante alrededor de 30 sesiones. El problema radica en que "la enfermedad se cronifica" y los cuidados requieren, en la gran mayoría de los casos, de un tiempo casi indefinido.

El centro de día foral para grandes discapacitados Ehari, ubicado en Lakua, acoge actualmente a alrededor de 15 pacientes afectados por daño cerebral, a los que sólo oferta atención psicológica y terapia ocupacional. La rehabilitación física, la enfermería y la logopedia, entre otras, quedan excluidas de su cartera de servicios y son asumidas por Atece. Además, el acceso a esta infraestructura "no es fácil", según asegura Lalaguna, porque desde que se entrega la solicitud, se hace la valoración y se da la plaza pueden transcurrir entre tres y seis meses.

La neuropsicóloga del colectivo considera que las instituciones tienen "la llave en su mano" para tratar adecuadamente a los afectados por ictus y otro tipo de daños cerebrales. "Una vida salvada merece la pena ser vivida", añade, aludiendo al lema de la Asociación estatal de daño cerebral. Lalaguna recuerda que Atece, durante sus 13 años de existencia, "ha podido llenar estas carencias con muy pocos medios", por lo que no cree que sea "tan difícil o costoso hacerlo a toda una Osakidetza o una Diputación de Álava" llegando a los acuerdos oportunos.

Por ATECE ARABA el 06-07-2010